El color gris con su variedad de matices y tonos, se encuentra entre los colores que más impacto ha causado en el mundo de la decoración en los últimos años. Su elegancia, sofisticación y neutralidad se han impuesto sobre la percepción negativa que existe de este color en la sociedad occidental, en la que a menudo se asocia con la tristeza, la frialdad o la soledad. Muy por el contrario en la cultura oriental este color representa sabiduría, paz y serenidad, tres cualidades muy anheladas en la decoración moderna.
El gris es un color que también ha ganado protagonismo en las pasarelas desde hace varios años, siendo cada vez más común en los armarios femeninos y consolidándose en los masculinos. Y como suele suceder la decoración también se impregna de las tendencias de la moda, adaptándolas y haciéndolas suyas.
Dejando de lado la connotación negativa o positiva que se le atribuido al gris en las diferentes culturas, y su tendencia creciente en la moda, en este artículo te enseñamos cómo introducir este color en la decoración de tu hogar. Verás que el resultado siempre es sorprendente.
Utilización en diferentes estilos decorativos
Los espacios ambientados de color gris proporcionan una atmósfera tranquila y serena. Este color tiene un carácter atemporal que lo hace muy adecuado para utilizar en diferentes estilos decorativos, desde los más clásicos y tradicionales, hasta los más contemporáneos y vanguardistas. Su utilización es muy acertada sobre todos en aquellos estilos donde se recurre a los tonos simples, para resaltar el valor de los muebles y los accesorios decorativos.
Al gris también se le conoce como el nuevo blanco, ya que es un color base muy combinable, que siempre proyecta un resultado sobrio y elegante. Es por esto que en estilos muy de moda como el minimalismo o el nórdico, algunas tonalidades de gris pueden ser un excelente sustituto del blanco.
No solamente los ambientes urbanos van bien con este color, en las decoraciones rústicas o en las casas de campo también es muy solicitado. En este estilo se combinan sobre todo los grises amarronados o los grises verdes, y las tonalidades más oscuras se introducen con materiales como la piedra.
¿Cómo se debe utilizar el color gris?
El gris nos permite explorar con toda la paleta cromática, desde las tonalidades pastel a las más llamativas, ya que las posibilidades de combinación con diferentes colores y materiales no tienen límites. Además resulta muy tentadora la amplia gama de tonos de grises que existen, desde las más tenues hasta las más oscuras, y al contrario de lo que ocurre con otros colores, siempre sigue siendo gris.
Las tonalidades más tenues del gris resultan muy luminosas, por lo que son una opción ideal si se desea conseguir este efecto. Estas son por tanto las tonalidades más recomendables a utilizar en estancias pequeñas o con poca iluminación. En esta gama dispones de colores tan refinados como el gris perla casi blanco, el gris luna, el gris hielo, el tórtola rosado o el gris lino ligeramente violáceo.
De los grises más oscuros como el antracita, el gris topo o el gris grafito no es aconsejable abusar, ya que pueden dar como resultado ambientes demasiado apagados y tristes. Estas tonalidades tienen suficiente fuerza cromática por lo que con una pared es suficiente para que se noten. Tampoco es conveniente asociar estos tonos oscuros de gris con otros tonos apagados, si no quieres obtener un espacio sombrío y pesado.
¿Para qué espacios es apropiado el color gris?
El gris tiene una gran versatilidad y su amplia gama de matices armoniza con cualquier tipo de estancia. Se recomienda su utilización sobre todo en dormitorios, salones, comedores, estudios, cocinas y baños. Por supuesto, además de las paredes también podrás utilizar el gris en todo tipo de elementos como muebles, textiles u objetos decorativos.
Para un dormitorio una decoración en gris resulta muy apropiada, ya que favorece el descanso y la relajación que se suele buscar. Como no tiene ninguna tendencia marcada (femenina o masculina), puede ir bien en espacios para cualquiera de los dos géneros. En los dormitorios infantiles no se recomienda demasiado este color, ya que tiene un carácter demasiado serio para los niños. En los dormitorios juveniles sí suele funcionar bastante bien, siempre agregándole algunas notas de colores llamativos y alegres.
Por otro lado es un color perfecto para comedores o salones, ya que son lugares donde se puede potenciar toda la elegancia y sobriedad que brinda. Es el gran favorito de la filosofía Feng Shui (elemento metal) cuando se trata de salones donde se exhiben obras de arte.
También se recomienda su utilización en estudios o zonas de lectura, ya que no fatiga la vista, favorece la concentración y evita las distracciones innecesarias. A esto se unen las impresiones que provee de organización, aislamiento e independencia.
En las cocinas modernas tiene un lugar privilegiado, por su integración de manera natural con los electrodomésticos, cubertería, grifería, etc. El protagonismo de este color mediante la introducción de materiales como aceros o aluminios, da una impresión de frialdad metálica que le aporta un toque industrial muy atractivo a estas estancias.
En un baño no resulta menos favorecedor, ya que las tonalidades más claras potencian la limpieza y la funcionalidad, mientras que los oscuros consiguen enmarcar las piezas.
¿Con qué colores se puede combinar el gris?
Los tonos neutros siempre son una apuesta segura para decorar la casa, y dentro de estos el gris es el color neutro por antonomasia. Las posibilidades de combinación son infinitas, incluso va bien con tonalidades muy fuertes como el rojo, el amarillo, verdes, naranjas, morado, azules fuertes, etc. Solamente el blanco posee una capacidad igualable para armonizar con el conjunto. Siempre se deben elegir las creaciones teniendo en cuenta que reafirma los colores cálidos y acentúa los fríos.
Una decoración monocromática de gris es una de las opciones más acertadas y recurrentes en el minimalismo. Gris sobre gris no tiene por qué ser aburrido, la mezcla de distintas intensidades puede ser muy interesante. Si se incorporan el blanco y el negro en la decoración, y se utiliza el gris como puente entre los dos extremos, se puede favorecer la sensación de continuidad del color, con un resultado espectacular.
Veamos cuáles son las diferentes sensaciones que aporta su combinación con otras tonalidades de la paleta cromática.
La combinación del gris con tonalidades pasteles siempre consigue una atmósfera romántica. Dentro de estas tonalidades el rosa es una de las grandes favoritas, sobre todo cuando se trata de recrear un ambiente femenino y coqueto.
El azul oscuro tiende a ser un color frío y pasivo, muy similar al gris. Esta combinación se utiliza a menudo para crear ambientes de gran elegancia y distinción. Te recomendamos una combinación de turquesa con un gris pálido como el perla o el ceniza, ¡todo un clásico!
De igual manera con el púrpura o violeta también se le dará un toque de distinción y nobleza a una decoración en gris. Estos ambientes además resultan muy espirituales.
Entre las combinaciones más actuales encontramos las que se crean con el rojo, ya que el gris logra que este color explosione de una manera fenomenal. Siempre se puede variar la tonalidad de rojo a utilizar, si no queremos que el espacio resulte demasiado agobiante. Este dúo ganador se ve mucho en dormitorios matrimoniales, salones y cocinas.
Con el marrón y el gris tendrás una combinación de catálogo, lo más it del momento. Si quieres seguir la misma línea de lo natural puedes intentarlo con los verdes, una tonalidad intensa puede resaltar de manera especial sobre un fondo gris.
Y terminamos con el naranja, un color vibrante que siempre aviva cualquier estancia. En una combinación de naranja con gris se logra romper con la seriedad de esta tonalidad neutral.