Siempre presente, en el siguiente artículo hablaremos de las inigualables propiedades del color blanco, un color que entre otras muchas cosas aporta luz y serenidad, y que combina prácticamente con todos los colores.
Lo más buscado del color blanco en decoración es la forma en la que éste combina con la luz, ya que refleja totalmente toda la luz que recibe aumentando así la iluminación de los espacios y, de esta manera, mejora la sensación de amplitud de los hogares.
Podemos pensar que el blanco solo puede tener una tonalidad, pero nada más lejos de la realidad. Dependiendo de su densidad y de su materia podemos hablar de diferentes tipos de blancos: el blanco Albatros, el blanco plateado, el blanco roto, etc.
¿Cómo utilizar el color blanco en decoración?
Como decíamos al inicio del artículo, el blanco es un color omnipresente muy utilizado en decoración. Principalmente se usa como color de fondo, ya que de esta manera aporta luminosidad a la pieza, además de potenciar los efectos del resto de colores que introduzcamos en la decoración.
El blanco tiene como propiedad principal otorgar amplitud y más luz a los espacios en los que reina, por eso es un color especialmente recomendado para los espacios reducidos en los que queremos ganar unos metros visuales o en los espacios más sombríos que queramos aclarar.
Además de luz y perfecto socio para los demás colores, el blanco también tiene la virtud de trasmitir paz y serenidad, por lo que es un color muy aconsejable si lo que quieres es crear un espacio relax. Y lo mejor de todo es que esa calma la trasmite sin que su presencia se remarque, siendo la discreción otra de sus virtudes.
Por último, el blanco también sirve para contrarrestar los efectos de otros colores y suavizarlos. Si te gustan los colores vivos y no quieres renunciar a ellos en un interior, sin duda alguna tendrás que recurrir al blanco para poder utilizarlo sin que el espacio agobie. El blanco será el perfecto aliado.
De todas maneras, mucho cuidado con abusar del blanco, porque utilizado en soledad corremos el riesgo de crear un espacio frío y perturbador. Es verdad que aporta luz, serenidad, etc., pero utilizado sin mesura crearemos efectos totalmente contrarios, y estar en esos espacios puede alterarnos e desconcertarnos. Para romper con su blancura, los materiales elegidos con gusto pueden servir. Prueba con la piedra, la madera, la pizarra, etc.
¿Con qué colores combinar el color blanco?
Y por último trataremos de contestar a la pregunta de los colores apropiados para combinar con el blanco. Generalmente el blanco se asocia con todos ellos, pero dependiendo un color u otro, tendremos un resultado u otro, claro está.
Con colores como el gris, el beige o el berenjena, los espacios que obtendremos serán refinados, mezclando modernidad y tradición (dependiendo de los muebles y de los materiales que utilicemos).
En cambio si lo asociamos a colores vivos tendremos espacios modernos y actuales. Esta misma sensación la tendremos si combinamos el blanco con su contrario, el negro. Las combinaciones de estos dos colores crean espacios contemporáneos y ligeramente masculinos.